Despierta, mi alma, despierta:
el sauce te está llamando.
Quiere que salgas a oír
a los sapitos cantando,
y entre los campos floridos
a las abejas danzando.
Despierta, mi alma, despierta
que los perfumes avanzan
las mariposas te esperan
con suspiros de añoranza,
la tierra estrena vestido
de flores y de alabanza.
Despierta, mi alma, despierta,
no te vuelvas a dormir,
¡Vamos, bella pasajera,
que llegó la primavera!
Despierta, mi alma, despierta
que el sol arrastra los pies.
La luna acaricia al olmo
y hace reír al ciprés
Y el roble, muerto de amores,
le canta en portugués.
Despierta, mi alma, despierta,
que es hora de abrir cortinas
porque entre las nubes altas
ya asoman las golondrinas
y con piruetas tan finas
juegan a ser bailarinas.
Despierta, mi alma, despierta,
no te vuelvas a dormir,
¡Vamos, bella pasajera,
que llegó la primavera!
Mariana Rewerski / Fabiana Fondevila