
Mi querido, qué cosa de todas las cosas que existen
valen un pensamiento tuyo, o mío,
salvo el amor,
salvo el amor?
Los días tan cortos, las noches tan prontas a huir,
el mundo tan ancho, tan hondo y oscuro el mar.
Tan oscuro el mar;
Los soles hasta ahora, y cada lánguida estrella,
más allá de su luz -¡Ah! mi querido, ¿quién sabe cuán lejos,
¿quién sabe cuán lejos?
Una cosa, de todas las débiles cosas que sé por cierto,
el corazón en mi pecho lo sabe, y te lo dice.
Y te lo dice.
Tan ciega es la vida, tan largo el sueño del final,
Y solo el amor para hacernos reír o llorar.
Y solo el amor.
Y solo el amor.
Willa Cather
1873-1047