Dios mío, te doy gracias por este asombroso día:
por los saltarines espíritus verdes de los árboles
y por el sueño azul del cielo;
y por todo lo que es natural que es infinito que es sí.
(yo que he muerto estoy vivo hoy de nuevo,
éste es el cumpleaños del sol;
es el día en que nace la vida y el amor y las alas;
y del alegre gran suceso ilimitablemente la tierra)
¿cómo podría saboreando tocando oyendo viendo respirando
cualquier humano simple ser — creado desde el no de toda nada-
dudar del Tú inimaginable?
(ahora los oídos de mis oídos despiertan
y ahora los ojos de mis ojos están abiertos)
e.e. cummings