El arte del amor universal

Sharon Salzberg es una practicante de meditación budista de toda la vida, y su trabajo colaboró en gran medida en la introducción de prácticas budistas a Occidente. A través de libros como A Heart as Wide as the World (Un corazón tan amplio como el mundo) y Loving-Kindness. The Revoutionary Art of Happiness (Amor universal benevolente. El arte revolucionario de la felicidad), enseña que prácticas sencillas como la meditación metta -término en idioma Pali que se tradujo al inglés como lovingkindness, y al castellano como amor universal desinteresado o amor benevolente- pueden ayudarnos a conquistar nuestros miedos, abrir nuestros corazones y hacer del mundo un lugar mejor.

La meditación metta consiste en evocar sentimientos de amor y bienestar en nuestro corazón, primero dirigiéndolos hacia uno mismo, luego hacia nuestros seres queridos más cercanos, luego hacia maestros, después hacia extraños, y finalmente hacia personas que nos resultan difíciles de amar, expandiendo de este modo el círculo hasta que no haya nadie a quien no podamos incluir. En el fragmento que sigue, tomado de su libro Loving-Kindness, Salzberg explica de qué modo el metta es un reflejo de aquello que es más puro y esencial en nosotros, y por qué nada es capaz de tocar ni de alterar ese centro primigenio.

“Podemos entender la luz innata y la pureza de nuestra mente al comprender el metta. Como la mente, el metta no se ve distorsionado por aquello con lo que se encuentra. El enojo en nuestro interior o dentro de otros puede ser recibido con amor; el amor no se arruina con el enojo. El metta es su propio soporte, y por lo tanto es libre de condiciones inestables. La mente amorosa puede observar la alegría y la paz en un momento, y la pena en otro, y no se resquebrajará por el cambio. Una mente llena de amor puede parecerse a un cielo cruzado por una variedad de nubes -algunas claras y livianas, otras ominosas y amenazantes. No importa cuál sea la situación, el cielo no se verá afectado por las nubes. Es libre.

El Buda enseñó que las fuerzas de la mente que traen sufrimiento pueden superar momentáneamente a las fuerzas positivas como el amor y la sabiduría, pero nunca destruirlas. Las fuerzas negativas nunca pueden desterrar las positivas, mientras que las fuerzas positivas sí pueden desterrar a las fuerzas negativas. El amor puede desterrar al miedo, el enojo o la culpa, porque tiene un poder mayor.”

(…)

“La práctica del metta, que descubre la fuerza del amor capaz de desterrar al miedo, el enojo y la culpa, comienza con el proceso de hacernos amigos de nosotros mismos. Los fundamentos de la práctica del metta están en la capacidad de hacerse amigo de uno mismo. Según el Buda: ‘Uno puede buscar a través de todo el universo a alguien más merecedor de su afecto y amor que uno mismo, y nunca hallará a esa persona. Uno mismo, tanto como cualquier persona en el universo, merece afecto y amor.’ ¡Cuán pocos de nosotros nos aceptamos de esta manera! Con la práctica del metta descubrimos la posibilidad de respetarnos verdaderamente. Descubrimos, como lo dijo (el poeta) Walt Whitman: ‘Soy más grande y mejor de lo que pensaba. No creí tener tanta bondad en mi interior’.”

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