Mira, los árboles
convierten sus cuerpos
en pilares de luz,
desprenden una honda
fragancia de canela
y plenitud
los largos estambres
de las totoras se abren
y se van flotando
por las márgenes azules
de las lagunas y cada laguna,
sin importar cuál sea su nombre
no tiene nombre ya.
Cada año cada cosa
que he aprendido
en esta vida
me devuelve a esto:
los fuegos y el negro río
de la pérdida cuya
otra orilla es salvación,
cuyo significado
nunca sabrá ninguno de nosotros.
Para vivir en este mundo
debes poder hacer tres cosas:
amar lo que es mortal
abrazarlo contra tus huesos
sabiendo que tu propia vida
depende de ello;
y, cuando llegue
el tiempo de dejarlo ir,
dejarlo ir.
Mary Oliver