Si la oración alcanzara,
oraría.
Si leer a altos pensadores alcanzara,
ya habría devorado la mitad
de los textos de los Patriarcas.
Si el diálogo profundo alcanzara,
estaría sentado con Su Santidad
cada momento libre.
Si la contemplación alcanzara,
ya hubiera traducido la tabla periódica
a poemas ermitaños,
y convertido materia en espíritu.
Si, aún, luchar alcanzara
ya sería cinturón negro.
Si cualquier cosa menos el amor alcanzara,
ya lo hubiera hecho,
y hubiera dejado
lo más difícil
para el final.
Stephen Levine
En “Breaking the drought”.